Los recobrados, biblioteca Abelardo Castillo
Los Recobrados
Biblioteca ABELARDO CASTILLO
Para hacer presente lo que se ha olvidado Por Abelardo Castillo Cuando uno es joven cree que todos los libros van a estar siempre. Con los años, descubre, como tantas otras cosas, que la realidad no es amiga de los absolutos. Demasiados libros que nos parecieron inevitables o eternos un día desaparecen de los estantes de las librerías y de los catálogos editoriales. He tenido una reiterada e ingrata experiencia a la hora de recomendar una obra que consideraba esencial: ya no existe; salvo, a veces, para las generosas librerías de viejo. Se podría hacer un canon alternativo de la literatura argentina con libros que ya no están. Banchs, Lynch, Holmberg, Manauta, Alfredo Varela, Cancela, Pedroni, Eduardo Wilde, Lucio V. López, Rafael Barrett, Payró, Fray Mocho, Juan L. Ortiz, Kordon, Beatriz Guido, Sara Gallardo, Wernicke, Constantini -y, hasta no hace tanto tiempo, Macedonio Fernández, José Bianco u Oliverio Girondo- son algunos de los autores de esos libros. Lo fue, incluso, Roberto Arlt, hasta veinte o treinta años después de su muerte. Lo fue Leopoldo Marechal. Es cierto que algunos de ellos han sido examinados por la crítica especializada o académica, pero muy pocos han conocido ediciones que los acercaran al destinatario natural de cualquier libro, el lector común. |
![]() El fideo más largo del mundo Por Bernardo Jobson 132 págs (Capital Intelectual) |
El fideo más largo del mundo “Es uno de los libros más desopilantes de la literatura argentina, escrito por un autor que murió muy joven y que pudo publicar sólo ese volumen. La primera edición, de Centro Editor de América Latina, se agotaba como si fuera Memorias de una princesa rusa , porque tiene un lenguaje totalmente descarado, coloquial y porteño, pero hecho por un escritor de primer orden. El cuento ´En el último otoño fue leído en una reunión en mi casa y había una socióloga muy seria que dijo, mientras todos estábamos llorando de la risa, que era el testimonio más franco que se había escrito sobre el sistema hospitalario argentino.” |
![]() Las Tierras Blancas Por Juan José Manauta 184 págs (Capital Intelectual) |
Las Tierras Blancas “Es también, junto con el libro de Varela, un clásico de la literatura argentina. Aunque tal vez no ha sido tan olvidado como otros libros, es muy difícil de conseguir. Manauta es un clásico contemporáneo y hoy no se lo lee bien, aunque han salido sus cuentos completos editados por una universidad. Pero hay lo que llamo una justicia poética. En Rayuela , de Cortázar, cuando Oliveira viene a la Argentina el único escritor por el que pregunta es por Manauta. La publicación de Las tierras blancas , además de una justicia con Manauta es una especie de homenaje a Oliveira.” |
![]() Setenta Veces Siete Por Dalmiro Sáenz 144 págs (Capital Intelectual) |
Setenta Veces Siete “Es un libro que produjo un fenómeno muy particular en la literatura argentina. Fue lo que hoy se llama un best seller. Después de haber participado del concurso Emecé (que ni siquiera ganó, sino que resultó segundo premio), se transformó inmediatamente en el libro más vendido de la época. Pero era un libro de cuentos. Aunque tradicional para la literatura argentina, en ese momento el cuento no era -y hoy tampoco lo es- el género más vendido. En ese libro está el mejor Dalmiro, con su temática tan agresiva afincada en lo rural. Es el Dalmiro que no suele publicarse, porque lo ha opacado su personalidad y otros libros ´más vistosos pero que no llegan a la profundidad, a mi juicio, de Setenta veces siete .” |
![]() El Río Oscuro Por Alfredo Varela 264 págs (Capital Intelectual) |
El Río Oscuro “Alfredo Varela escribió una de las cuatro o cinco grandes novelas latinoamericanas llamadas ´sociales . Cuando empecé a escribir, Varela era una especie de mito para los escritores, porque en 1943 había publicado esta novela que era muy original para la época. Tiene una estructura fracturada, requiere un esfuerzo de acomodación para entenderla, y, sin embargo, es de lectura sencillísima. Además, aparecen interpolados textos que no son de Varela, cosa que, muchísimos años después, utilizaría Julio Cortázar en El libro de Manuel . El río oscuro tiene como antecedente en la gran literatura contemporánea obras como las de John Steinbeck, y tal vez, las de John Dos Passos y William Faulkner.”
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