De Bioy Casares / Sobre Bioy Casares

De Bioy Casares

Resultado
“Conócete a ti mismo;
conviértete en egoísta y en enfermo.”

Pauta
Que tu vida se asemeje a una descripción de tu vida

Nadie es totalmente fuerte
El mismo lobo tiene momentos de debilidad,
en que se pone del lado del cordero, y piensa:
Ojalá que huya.

A mi prójimo
Tu alma didáctica no debe halagarse con la suposición de que te irrito porque tengo defectos.
Te irrito porque existo.

Escribir
Cada frase es un problema que la próxima frase plantea nuevamente.

Espejos
La disciplina en que somos eruditos nos agrada. En ella asistimos al diestro ejercicio de nuestra inteligencia. En ella nos agradamos.

Ultima reunión
Reunirse con los otros: morir. Quieran los dioses prolongar mi soledad.

División del Trabajo
El domingo los trabajadores están por fin con sus mujeres; los ociosos, por fin, sin ellas.

Justo castigo
Los demonios me contaron que hay un infierno para los sentimentales y los pedantes. Ahí los abandonan en un interminable palacio, más vacío que lleno, y sin ventanas. Los condenados lo recorren como si buscaran algo y, ya se sabe, al rato empiezan a decir que el mayor tormento consiste en no participar de la visión de Dios, que el dolor moral es más vivo que el físico, etcétera. Entonces los demonios los echan al mar de fuego, de donde nadie los sacará nunca.

 

Sobre Bioy Casares

“En una época de escritores caóticos que se vanaglorian de serlo, Bioy es un hombre clásico. No ha cesado aún el debate de los antiguos y de los modernos; Bioy es ajeno a los dos bandos. Es el menos supersticioso de los lectores.”
Jorge Luis Borges

“Quisiéramos ser Bioy … porque nos gustaría tanto escribir sobre Bioy como lo hubiera hecho él… y … a nosotros nos va a ser imposible.”
Julio Cortazar

“El amor —en Bioy Casares— es una percepción privilegiada, la más total y lúcida, no sólo de la irrealidad del mundo, sino de la nuestra.”
Octavio Paz

“Descubrí que en su juventud Bioy Casarse se deja dominar por el inventor; en su madurez, por el narrador; en su vejez, por el escritor satírico.”


Marcelo Pichon Rivière

“Las ficciones de índole policial —otro género típico de este siglo que no puede inventar argumentos— refieren hechos misteriosos que luego justifica e ilustra un hecho razonable; Adolfo Bioy Casares, en La invención de Morel, resuelve con felicidad un problema acaso más dificil. Despliega una odisea de prodigios que no parecen admitir otra clave que la alucinación o que el símbolo, y plenamente los descifra mediante un solo postulado fantástico pero no sobrenatural. El temor de incurrir prematuras o parciales revelaciones me prohibe el examen del argumento y de las muchas delicadas sabidurías de la ejecución.(… ) En Español son infrecuentes y aún rarísimas las obras de imaginación razonada. Los clásicos ejercieron la alegoría, las exageraciones de la sátira y, alguna vez, la mera incoherencia verbal.
He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta.”

Jorge Luis Borges